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Relatos inspiradores: Experiencias del Ing. Gonzo y el Ing. Almazán

Desde su fundación en 1972, la Universidad Nacional de Salta (UNSa) ha sido un faro de excelencia académica y un impulsor del crecimiento de la región. Una de las piezas claves de esta institución es nuestra querida Facultad de Ingeniería. Para enriquecer nuestra memoria institucional, se entrevistó a dos actores de prolífica trayectoria académica y de gestión, Ing. Jorge Almazán y M.Sc. Ing. Elio Gonzo. Ellos, ambos jubilados actualmente, accedieron a contarnos sus vivencias como estudiantes, como ingenieros recién recibidos, como profesionales docentes y como autoridades.

Por: Dr. Ing. Emilio Almazán y Dr. Ing. Juan Pablo Gutiérrez

Una mirada a la época de estudiante

Consultamos a los ingenieros sobre sus épocas de estudiantes secundarios y sobre la decisión de ingresar a estudiar Ingeniería en la ciudad de Salta, en ese entonces ambos profesores eran jóvenes que vivían en otras ciudades y sus realidades se ven reflejadas en las respuestas brindadas a INGENIA.
El Ing. Gonzo, oriundo de la localidad de Rosario de Lerma, nos comentó que fue estudiante del Colegio Nacional de Salta entre los años 1958 y 1962, razón por la cual hacía uso del ferrocarril para poder asistir al colegio en la ciudad de Salta en el lapso desde las 6 hasta las 15 horas.
Por su parte, el Ing. Almazán nos contó que pudo recibirse de Técnico en Minas en El Aguilar, provincia de Jujuy, en el año 1966 luego de pasar seis años como interno. Si bien remarcó que fue una experiencia marcada por el desánimo y dolor por la ausencia familiar, pudo superarla con el estudio y el deporte, principalmente el futbol, ya que periódicamente jugaba en una cancha a 4600 metros de altura. También nos comentó que en los tres últimos años de su tecnicatura, realizó una práctica en la mina El Aguilar, participando en todas las etapas del proceso para la extracción de plomo y zinc (un mes cada año, durante las vacaciones) y que pudo egresar con una fuerte formación para insertarse en el mundo laboral.
Cuando les consultamos sobre el ingreso para estudiar ingeniería, el Ing. Gonzo comentó que en 1963 se decidió estudiar Ingeniería Química e ingresó a la Facultad de Ciencias Naturales de Salta, donde se encontraba dicha carrera y que esta era dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán. Cuando él ingresó, había alrededor de 80 ingresantes y, según sus recuerdos, los alumnos de Ingeniería Química eran aproximadamente 80-90% varones, en Geología la proporción de mujeres era algo mayor y en Biología prácticamente todas mujeres.
El Ing. Almazán relató que, por su formación, su aspiración era estudiar Ingeniería en Minas en San Juan, pero por situaciones personales y del destino decidió comenzar a estudiar la misma carrera que su colega (Ingeniería Química). Ingresó a la Universidad en el año 1968 después de realizar el servicio militar. También nos confió que en esa época había un curso de ingreso eliminatorio y como anécdota relata que cuando fue a inscribirse, las inscripciones ya estaban cerradas y había finalizado dicho curso de ingreso. Gracias a la buena predisposición del señor Nicolás Vistas, encargado de la Administración en ese momento, pudo rendir el recuperatorio de las asignaturas de Matemática y Química para aprobar el curso de ingreso, contando con menos de 24 horas para prepararse, “Así fue mi debut como estudiante de Ingeniería Química” nos relató memoriosamente.
Ambos nos contaron que en ese entonces el plan de estudio de la carrera contaba con 36 materias, teniendo una duración ideal de seis años con correlatividades estrictas y régimen de regularidad y examen final para aprobar cada una de ellas. Las actividades se desarrollaban en el edificio existente en la calle Buenos Aires 177, donde se tomaban prácticamente la mayoría de las clases teóricas y prácticas de materias como matemáticas (Análisis Matemático I, II y III), Geometría Analítica, Física I, II y III (con algunas clases prácticas elementales), Ingles Técnico y Dibujo Técnico. El Ing. Gonzo añadió que, en dicha facultad, existían dos Centros de Estudiantes, el Centro Humanista y el Reformista de Ciencias Naturales, y que se contaba con una biblioteca con una buena cobertura de libros para todas las asignaturas y bibliotecarios que conocían muy bien sus tareas tanto de archivo como de asesoramiento a los alumnos. Además, señaló que no existía comedor universitario, solo un pequeño bar privado que “según las posibilidades económicas, podíamos cubrir nuestras hambrunas”.
Las clases prácticas de laboratorio se llevaban a cabo en los laboratorios del Museo de Ciencias Naturales en el Parque San Martín. Allí se realizaban los laboratorios de Química General, Química Analítica General e Instrumental, Química Orgánica y Fisicoquímica. Los laboratorios se compartían con estudiantes de Geología. El Ing. Almazán agregó que el “colador” de la carrera era Física I y que, para dar una idea de la cantidad de alumnos que cursaban la carrera, recuerda que en el primer parcial de la asignatura mencionada rindieron aproximadamente 125 estudiantes, aprobando solamente 6.
El Ing. Gonzo comentó que las asignaturas pertenecientes al Área Profesional Específica, como Operaciones Unitarias I y II, Procesos Unitarios I y II y Proyecto Final, las cursó en el edificio ubicado en la esquina de las calles Lavalle y Rioja de nuestra ciudad, donde se dictaban las teorías y prácticas de dichas materias. También afirmó que durante el cursado de la carrera contó con profesores de excelencia como el Ing. Sastre, Ing. Ovejero (que fue el Rector Normalizador de la UNSa) y particularmente los que, según él, lo llevaron al máximo nivel en Ingeniería Química debido a su sabiduría y experiencia desde el punto científico tecnológico como el Ing. Vergara, Ing. Pocoví y especialmente el Ing. Poppi y el Dr. Gottifredi.
Ambos coincidieron en la pesada carga horaria de las materias, ya que cada una tenía una carga horaria de 12 horas semanales distribuidas en tres clases teóricas y dos prácticas. Es decir, se contaba con 36 horas de cursado entre clases teóricas y prácticas semanales. Las actividades se desarrollaban de lunes a sábados de 8 a 20 horas.
El Ing. Almazán comentó que las asignaturas en las que se sintió más cómodo fueron las correspondientes a las de matemáticas, física y química y recordó que los dos últimos años de la carrera cursó en el actual predio de la Universidad de Salta, obviamente con una infraestructura mucho más amplia, una buena biblioteca, comedor universitario, centros de estudiantes y lugares para practicar deportes. También añadió que eran pocas las estudiantes mujeres y había una cantidad enorme de estudiantes extranjeros, la mayoría de Bolivia, especialmente cuando la sede de la Universidad Nacional de Tucumán pasó a ser la Universidad Nacional de Salta. También nos confió que el examen final se debía rendir con saco y corbata, y que su cábala era un traje gris y la misma corbata, “rendí 34 materias con esa indumentaria”.
Cuando se les consultó a ambos ingenieros sobre recuerdos y anécdotas de sus épocas de estudiantes, el Ing. Gonzo recordó las prácticas deportivas o entrenamientos que realizaban en la cancha de Juventud Antoniana de 12 a 14 horas los días martes y jueves conjuntamente con los que practicaban rugby y que tenían como entrenador al Ing. Figueroa, un rugbista porteño que trabajaba en la compañía de tabaco Massalin y Celasco. También mencionó la toma de la Facultad cuando se había instalado un colegio secundario privado en el edificio de la Buenos Aires 177 o la huelga y toma de la Facultad cuando se planteó la posibilidad del cierre de la misma en el año 1964. El Ing. Gonzo nos compartió dos anécdotas que resultan sumamente enriquecedoras y que nos ilustran un poco más sobre la vida de estudiante en esos años:

“Un hecho que me hizo sufrir lo indecible fue cuando cursé la materia Dibujo Técnico (la única materia que aprobé con 4), porque el trabajo final consistía en dibujar un plano de 40 por 60 centímetros, con vista lateral y de planta de un reactor con agitador, que me llevó bastante tiempo para realizarlo y que el profesor me rechazó porque las letras no cumplían con los estándares establecidos”.

“La anécdota que considero más dramática fue el accidente con mi bicicleta, mi habitual modo de desplazamiento en la ciudad. El accidente se produjo un día, al salir de la Facultad en la intersección de las calles Alberdi y Alvarado, cuando yo ya había pasado la Alberdi y dobló un colectivo que impactó la bicicleta, partiendo el manubrio por la mitad y lanzándome sobre la vidriera de la farmacia Sudamericana (ya existía en ese entonces). Con la espalda partí la vidriera con la suerte de que el pedazo que quedó en la parte de arriba no cayó sobre mí. Hubo varias personas que reclamaron al chofer del ómnibus, mientras yo enrollaba la mitad del manubrio con el cable del freno, recogía mis útiles y partía sin que nadie me dijera nada”, relató el Ing. Gonzo.

El Ing. Almazán comentó que se sentía muy a gusto cursando las distintas asignaturas y más aún cuando preparaba el examen final: “Siempre estudié solo usando una pizarra fabricada por mí”. También que tenía tiempo para realizar actividades no académicas en determinados momentos del cursado: “En los dos últimos años de la carrera organizamos con mi amigo Domingo Tapia un equipo de fútbol que periódicamente competía los fines de semana, integrado, entre los que recuerdo, por: Pino Díaz, el “Gallo” Medrano, Alberto Macoritto, Luis Romero, Juan Francisco Peñalba, Juan Carlos Luna, entre otros. Yo era el 10 del equipo”, relató.

El Ing. Gonzo asume como Secretario Académico de la UNSa junto al Dr. Salum Amado, en ese momento Rector de nuestra universidad (Diciembre 1983).

El Ing. Gonzo asume como Decano de la Facultad de Ciencias Tecnológicas de la UNSa. En la foto está con el Decano saliente Lic. Osvaldo Blesa, el Vice-Decano electo Ing. Emmel Castro Vidaurre y el Vicerrector CPN. Luis Martino (Diciembre 1991).

Los primeros pasos como ingenieros

El Ing. Gonzo se recibió en abril de 1969, rindiendo la materia final junto con un compañero cordobés de apellido Verino. Recuerda que la mesa examinadora estaba constituida por el Ing. Poppi (profesor de las asignaturas Operaciones Unitarias I y II y Procesos Unitarios I y II), el Ing. Remy Solá (Profesor de Construcciones Industriales), el Ing. Martearena (profesor de la asignatura del Trabajo Final) y el Ing. Finetti (Jefe de Trabajos Prácticos de Trabajo final). Nos comentó que, normalmente, en aquel tiempo y en forma cíclica, se recibían entre 4 y 8 ingenieros químicos por año.
El Ing. Almazán nos contó que en diciembre de 1973 recibió el único aplazo en la carrera (en Ingeniería Legal) y egresó en marzo de 1974. Recuerda que, de los estudiantes que ingresaron con él en 1968, el primero que egresó fue el Ing. Rafael Loré Quevedo, en diciembre de 1973, y el siguiente que se recibió de esa camada fue al año 1975. De alguna manera, esto da una idea de que los egresados eran pocos en esos años. “Cuando alguien se recibía, los amigos festejaban cómo se hace ahora pero no de una manera tan agresiva. A mí me llevaron medio en ruinas al comedor universitario (actual confitería central) y me estuvieron exhibiendo un rato”.
El Ing. Gonzo contó que venía desempeñándome como Auxiliar de Segunda en Química General e Inorgánica desde el año 1965 (materia que se dictaba para las carreras de Ingeniería Química, Geología y Biología), pero al recibirse, el mismo día que aprobaba la última materia cesaba el trabajo como ayudante de segunda. Su situación no era la más cómoda desde el punto de vista económico por situaciones familiares, por lo que rápidamente aceptó una beca de YPF que lo llevó a trabajar dos meses en un pozo petrolero en Tonono en las proximidades de Tartagal. Luego, ante un pedido del profesor Vergara, concursó y ganó un cargo de Jefe de Trabajos Prácticos dedicación simple en Química General. Como el estipendio no era el más adecuado a los gastos que tenía, también cubrió unas cátedras de Matemática y de Mercadología en el colegio secundario de Rosario de Lerma que recientemente se había creado.
El Ing. Almazán nos confió que, “por esas decisiones que uno toma en la vida”, rechazó una oferta de trabajo en Buenos Aires para YPF. Cuando se recibió, trabajó algunos meses en una consultora que realizaba proyectos industriales. Nos comentó que, en esa época, en el norte de nuestro país no había demanda de ingenieros como la hay actualmente y barajó las posibilidades de haber ido a trabajar a la empresa minera El Aguilar o a una empresa de instalación de gas (propiedad del Ing. Loré, mencionado anteriormente). Sin embargo, el mismo año en el que se recibió, el Ing. Carlos Sastre, “uno de los mejores profesores que tuve”, le sugirió integrarse con un cargo docente de Jefe de Trabajos Prácticos Semidedicación en el Área Matemática del Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Salta al cual accedió por concurso. Luego de ganar otro cargo posteriormente, optó por quedarse como docente con dedicación exclusiva hasta que se jubiló como Profesor Titular Investigador con Dedicación Exclusiva.

Planta personal administrativo de la Facultad de Ingeniería (Año 2000).

 

Carrera docente

El Ing. Gonzo nos comentó que en julio de 1969 concursó un cargo de JTP con dedicación simple en Operaciones Unitarias I y al mes siguiente concursó otro cargo de JTP dedicación simple en Procesos Unitarios I. Como ganó los dos cargos (más el cargo que ya tenía en Química General e Inorgánica), se dedicó exclusamente a la docencia universitaria. Destacó la gran disponibilidad y dedicación que el profesor Emilio Vergara (Química General e Inorgánica) dedicaba a prepararlos en la docencia universitaria a los que trabajaban con él en su cátedra. Recordó que tenían que preparar clases teóricas de determinados temas, que las exponían y discutían sobre las críticas que se planteaban y la forma de exponerlo, tiempos y secuencias del tema. También se acordó que, en 1970, con la efervescencia de la creación de la Universidad Nacional de Salta, el trabajo de las comisiones dedicadas a formular las bases de sustentación de dicha universidad, para reforzar el plantel docente se adjudicaron puntos con los cuales se formaron cargos docentes con dedicación exclusiva. En el caso del Ing. Gonzo, se acordó un cargo de JTP exclusivo que cubría los tres cargos concursados y una extensión a Fisicoquímica.
Afirmó que, lógicamente, el hecho más trascendente y significativo fue la creación de la Universidad Nacional de Salta en 1972, que comenzó a funcionar como tal en 1973. Recordó que, en agosto de 1972, se trasladaron desde el edificio de la Lavalle y Rioja al edificio que había construido la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) para el área de Ingeniería Química, en el actual campus. Este edificio nuevo se había terminado de construir pero lo culminaron con un techo de chapa, para minimizar gastos de la UNT, ya que pasaría proximamente a la UNSa. La joven Universidad Nacional de Salta se organizaba por departamentos y no por facultades como lo hace actualmente, las carreras de Ingeniería estaban en el Departamento de Ciencias Tecnológicas.
Sin duda, un año que marcó la carrera docente y de investigación del Ing. Gonzo fue el 1973. En julio de dicho año participó con un trabajo de investigación en el Congreso Mundial de Ingeniería Química que se llevó a cabo en Rio de Janeiro, Brasil. Allí se entrevistó con el profesor que sería su director de beca en la Universidad de Stanford, California, USA. En octubre de ese año, le otorgaron una beca externa del CONICET y en diciembre comenzó sus estudios de posgrado e investigación en la Universidad de Stanford. Ese mismo año, en agosto, concursó el cargo de Profesor Adjunto de Fisicoquímica y Procesos Unitarios I. Luego de retornar de su beca de investigación en el exterior, donde obtuvo el título de Master of Science in Chemical Engineering, otorgado durante el Stanford-Commencement-1975, retomó sus actividades docentes y de investigación en el Departamento de Ciencias Tecnológicas de la UNSa. En agosto de 1976, fue designado Profesor Asociado con dedicación exclusiva en las asignaturas donde llevaba a cabo su actividad docente por una Comisión Asesora conformada por Profesores Titulares del Departamento de Ciencias Tecnológicas. En octubre de 1983, concursó el cargo de Profesor Titular exclusivo en las asignaturas Fisicoquímica y Fundamentos de la Ingeniería Química V (hoy Cinética Química). Posteriormente, en 1990, concursó el cargo de Profesor Titular Plenario y finalmente fue designado Profesor Emérito a propuesta de Facultad de Ingeniería de la UNSa por el Consejo Superior de nuestra Universidad, al jubilarse. Si bien todo estos hechos y antecedentes se resumen en un párrafo, queda claro que no se puede tomar magnitud del trabajo, estudio, desarrollo personal y profesional y formación que implicó la brillante trayectoria del Ing. Gonzo.
El Ing. Almazán nos contó que inició su carrera docente como alumno en el año 1970, cuando accedió por concurso a un cargo de Ayudante de Segunda Categoría en Geometría I. Recordemos que en ese momento la carrera dependía de la Universidad Nacional de Tucumán. Cuando comenzó a dictar clases a alumnos ingresantes, sintió “comodidad, seguridad y una sensación agradable” que, sin duda, influyó para su decisión de desarrollar una carrera docente universitaria para poder seguir aumentando sus conocimientos en forma permanente y la oportunidad de realizar tareas de investigación a futuro. También destacó que, al inicio de su carrera como docente, la UNSa estaba formada por Departamentos y el pertenecía al Departamento de Ciencias Exactas que brindaba servicio a todos los demás departamentos en las asignaturas de Matemática, Física y Química, “es decir, los docentes nos dedicábamos casi exclusivamente al dictado de clases y la oportunidad de pertenecer a un grupo de investigación o realizar una carrera de postgrado era difícil, en ese momento el título de ingeniero era un título terminal”. Como docente intervino en el dictado de las asignaturas: Análisis Matemático I, II y III, Álgebra Lineal y Geometría Analítica, Estadística y en algunas materias específicas del Profesorado de Matemáticas y Física.
Por llamado a Inscripción de Interesados y Evaluación de Antecedentes en el año 1980, fue designado interinamente Profesor Adjunto con Dedicación Semiexclusiva para la disciplina Matemática del Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Salta. Los recursos que se disponían eran la tiza y pizarra. Cuando la UNSa cambió al sistema por facultades en el año 1983, el Ing. Almazán optó por la Facultad de Ciencias Tecnológicas (actual Facultad de Ingeniería) y formó parte de la misma como Profesor Adjunto Exclusiva responsable de Análisis Matemático II, materia en la que se jubiló en el año 2017. Además, en la facultad participó en el dictado de las asignaturas Análisis Matemático I, Estadística y Matemática Aplicada. Normalizada la universidad, comenzaron a sustanciarse los concursos regulares y en el año 1985 rindió su primer concurso de Profesor Regular en Análisis Matemático II. La clase pública se realizó en el anfiteatro D con una concurrencia de unas 50 personas, ganando dicho cargo.
El Ing. Almazán nos relató que su desempeño como docente estuvo centrado en Análisis Matemático II. Desde el año 1983 dictaba la teoría en el aula 108 (unos 30 años) los martes y jueves de 8 a 10 de la mañana. En los últimos años le asignaron un anfiteatro por el aumento de alumnos cursantes (el número de alumnos que cursaban la asignatura variaba entre 200 y 300 cada cuatrimestre, se repetía el dictado). También nos contó que, hasta antes de 1999, el sistema de aprobación de una materia consistía en regularizar la materia mediante la aprobación de parciales y en un lapso de dos años se debía rendir un examen oral de la teoría ante un tribunal conformado por Profesores Adjuntos, Asociados o Titulares. El promedio de egresados por año en las carreras de ingeniería desde el año 1993 al 2002 fue de 23 estudiantes. En el año 1999, se modifican todos los planes de estudio de las carreras de Ingeniería y se introdujo el sistema promocional en todas las asignaturas con una evaluación permanente ponderada donde se contempla todas las actividades académicas del alumno para que acceda a la promoción, que es el actual sistema de cursado. En el año 2004, egresan los primeros alumnos del Plan 1999, además de los que provenían de los planes anteriores. El total de egresados de todas las carreras de ingeniería en el año indicado fue de 49 y en años posteriores ese promedio fue en aumento, lo que significó un gran cambio positivo para nuestra facultad.
También nos confió que en la materia donde se desempeñó como responsable, los docentes trabajaron muy arduamente para aplicar el sistema de evaluación permanente: con los cuestionarios y las evaluaciones por temas se buscaba corregir los errores conceptuales y procedimentales, de manera de que en los parciales estos errores fueran mínimos. Recordando, nos comenta que un tema complicado para el alumno durante el cursado era el dibujar sólidos encerrados por superficies para poder calcular su volumen mediante integrales dobles o triples. Para paliar esa dificultad, introdujo un trabajo especial con maquetas que debían realizar los alumnos, lo cual incentivó a un trabajo conformando grupos. Posterior a esto, implementó el uso del software de cálculo simbólico Maple con lo que las maquetas quedaron superadas. Cuando se jubiló en la universidad dejó un Proyecto de Investigación (CIUNSa) destinado a mejorar la enseñanza y se incluyó la elaboración de un libro donde se plasmaba su experiencia de tantos años de docencia en la asignatura, con la colaboración de la Ing. Silvana Dip y la Prof. Beatriz Copa. La presentación del libro se realizó el 6 de mayo de 2022 donde se presentaron 4 ejemplares de prueba.

Los ingenieros Almazán y Gonzo junto con el Ing. Emmel Castro Vidaurre y el Dr. Gottifredi en un brindis del Día de la Ingeniería (Junio 2001).

 

Desempeño como autoridades de la Facultad

Siguiendo las trayectorias académicas de nuestros entrevistados, se observa que ambos ocuparon importantes puestos de gestión dentro del gobierno de la Facultad, por lo cual la Revista INGENIA les consultó sobre sus periodos como consejeros y como autoridades de esta institución.
El Ing. Gonzo relató que fue designado como Secretario Académico de la Universidad Nacional de Salta, en diciembre de 1983, a sus 39 años. “Acepté este alto cargo para alguien de 39 años luego de una charla con el Dr. Arturo Oñativia quien me invitó a su casa a degustar unos mates, de la cual salí absolutamente convencido que debía aceptar dicha propuesta que me demandaría un gran trabajo y dedicación”, comentó. En ese momento, la Universidad contaba únicamente con dos secretarías, una Académica y otra Administrativa, y, desde su rol de Secretario Académico, impulsó acciones fundamentales para el funcionamiento de la UNSa en su primera etapa de normalización. Así, por ejemplo, se adoptó un Estatuto, se reglamentó el funcionamiento y conformación del Consejo Superior, y se conformaron los Consejos Directivos de las Facultades (ese año comenzaba a regir la organización por Facultades). Posteriormente, se llevaron a cabo las elecciones de los Decanos de cada una de ellas y de los representantes de los docentes y alumnos; tanto para el Consejo Superior como para los Consejos Directivos de las Facultades. Se adecuaron e interpretaron distintos artículos del estatuto aprobado.
Además, el Ing. Gonzo se desempeñó como representante del Estamento de Profesores en el Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería en tres períodos y como Consejero Superior de la Universidad Nacional de Salta, como representante del estamento de Profesores de la Facultad de Ingeniería durante tres períodos también. Fue designado Decano de nuestra facultad por el periodo de diciembre de 1991 a diciembre 1994 y re-electo desde 1994 a 1997. En ambas oportunidades las elecciones fueron siguiendo el procedimiento indirecto a través de los miembros del Consejo Directivo de la Facultad.
Durante su mandato como Decano de la Facultad de Ingeniería, fue acompañado por el Ing. Jorge Almazán como Secretario Académico, quien resultó clave para llevar adelante las acciones y transformaciones realizadas en ese periodo. Entre las más importantes, ambos ingenieros citan el cambio del nombre de la Facultad de Ciencias Tecnológicas a Facultad de Ingeniería en el año 1992, iniciado por el Ing. Alfredo Bass. También con un importante esfuerzo y con la colaboración de los directores de escuela y bajo la autoría del Ing. Almazán presentaron, ante la Secretaría de Asuntos Universitarios de la Nación, el proyecto FOMEC (Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria), de un monto aproximado de un millón cincuenta mil dólares. Con ese proyecto se modificó la estructura de la administración, se reubicó y refuncionalizó la biblioteca de la Facultad y se construyeron los primeros laboratorios de la actual Planta Piloto II, entre las acciones más importantes. Entre otras de las actividades que se llevaron adelante y resultan sumamente significativas, fue el concurso para el logo de la Facultad, al que se presentaron más de veinte artistas y que resultó en el logo que actualmente distingue a la Facultad de Ingeniería de la UNSa.
Por otro lado, la gestión del Ing. Gonzo se emprendió en la importante tarea propuesta por la recientemente creada CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria): realizar evaluaciones institucionales en la Facultad. El proceso comenzó con la autoevaluación institucional, seguida de la evaluación académica y administrativa. Se discutieron propuestas con otras facultades y el rectorado. La evaluación externa, realizada por expertos internacionales, validó los resultados. Luego de este importante proceso, se recibió la aprobación por parte de la CONEAU. Posteriormente, se estableció el Doctorado en Ingeniería en nuestra facultad, aprobado en 1996. Más adelante, se comenzó con el proceso de acreditación de las carreras, que continuaron las autoridades que siguieron a la gestión de nuestros entrevistados.

El Ing. Almazán (Decano) en una reunión del CODINOA, en la foto también están la Dra. Bertuzzi (Secretaria Académica) y el Ing. Casado (Vicedecano) (Año 2008).

Luego de su trayectoria en gestión, el Ing. Gonzo destacó la labor del personal administrativo, en especial el apoyo brindado por la entonces Directora Administrativa, Sra. Marta Wierna, y el Director del Departamento Docente, el Sr. Argentino Morales.
Por su parte, el ingeniero Almazán, en igual sentido, nos comentó sobre sus experiencias en gestión, dentro de la Facultad de Ingeniería. Si bien se sinceró y comentó que nunca pensó en ejercer como docente, mucho menos pensó en ocupar cargos de gestión como autoridad académica: “la verdad que en la vida uno desea cosas que no se dan y el destino nos pone en lugares que no tenía pensado”, reflexionó.
El Ing. Almazán se desempeñó como director del Área Básica, consejero del claustro de docentes en el Consejo Directivo y Director de la carrera de Ingeniería Industrial, entre otros cargos. En el año 1994, como se dijo anteriormente, a propuesta del Decano de la Facultad el Ing. Elio Gonzo, accedió al cargo de Secretario Académico, durante los dos períodos del decanato, acompañando activamente cada acción impulsada desde esa área. Además de lo comentado previamente por el Ing. Gonzo a INGENIA, el Ing. Almazán participó como coordinador de la experiencia piloto de autoevaluación de la carrera de Ingeniería Química de nuestra Facultad, en el marco del Proyecto Columbus donde participaron universidades latinoamericanas y europeas en el año 1996, y presentó el trabajo realizado en encuentros internacionales realizados en Colombia y Costa Rica. El Ing. Almazán realizó una mención especial a los principales colaboradores de ese proceso que fueron los docentes de la carrera, el Ing. Luis Romero, la Dra. Delicia Acosta (actual Vicedecana) y la Dra. Viviana Murgia (actual Directora de la Escuela de Ingeniería Química).
Desde 1997 hasta el 2001, el Ing. Almazán se desempeñó como Vicedecano, siendo Decano el Ing. Emmel Castro Vidaurre y el Secretario Académico el Ing. Lorgio Mercado Fuentes. Durante su mandato, con la colaboración de la Licenciada en Ciencias de la Educación Ana María Navarro y del Ing. Luis Romero, llevó a cabo la primera autoevaluación institucional de la UNSa en el año 1999. También como vicedecano, en el año 2000, fue nombrado Coordinador de la Comisión de acreditación de las carreras de ingeniería, debido a que durante el año 2001 se llevaría a cabo la primera acreditación de las carreras de ingeniería en la República Argentina. Este proceso de acreditación resultaba sumamente relevante, ya que de la evaluación de las diferentes carreras se les otorgaría (o no) el reconocimiento oficial del título universitario a nivel nacional a los futuros ingenieros.

El Ing. Almazán (Decano) junto a la Dra. Mónica Parentis (Secretaria Académica), Dra. Elza Castro Vidaurre (Secretaria de Vinculación y Transferencia), Dr. Miguel Bosso (Vicerrector) e Ing. Pedro Romagnoli (Vicedecano) en un festejo del Día de la Ingeniería (Junio 2012).

En el año 2001, fue elegido Decano de la Facultad de Ingeniería por el período de tres años, siendo acompañado por el Ing. Lorgio Mercado Fuentes como vicedecano y por el Ing. Héctor Raúl Casado como secretario académico. Luego, fue elegido dos veces más como Decano de nuestra facultad (período 2007-2010: Vicedecano Ing. Héctor Raúl Casado y Secretaria Académica Dra. Alejandra Bertuzzi y período 2010 -2013: Vicedecano Ing. Pedro Valentín Romagnoli y Secretaria Académica Dra. Monica Parentis).

“Durante mi desempeño como Decano, mi principal actividad estuvo orientada a la acreditación de las carreras de ingeniería, esto es, cómo mejorar el funcionamiento administrativo y la calidad y excelencia académica en todas las carreras”, remarcó el Ing. Almazán. También destacó que durante la gestión como Decano del Ing. Gonzo se organizó la parte administrativa y académica de la Facultad de Ingeniería, “sentando una buena base para seguir una línea de mejoramiento que posteriormente dio como resultado una exitosa acreditación en todas las carreras de ingeniería”. Además, afirmó que todo el proceso de acreditación de las carreras fue posible gracias al fuerte apoyo de las Escuelas de Ingeniería y el alto compromiso institucional por parte de la casi totalidad de los docentes y también de la parte administrativa y particularmente del Centro de Cómputos de nuestra Facultad. En el primer proceso de acreditación, todas las carreras acreditaron por tres años, con compromisos a cumplir. En el segundo proceso de acreditación, el Ing. Almazán destacó que se trabajó no solamente para cumplir los compromisos pendientes sino para mejorar en todos los aspectos las carreras. Es así que, durante el año 2012, se completó todo el proceso de acreditación que incluía los compromisos asumidos y todas las acciones superadoras que se propusieron como Facultad. Finalmente, en el año 2013, la CONEAU determinó que las carreras de Ingeniería Industrial, Civil y Química habían acreditado por seis años e Ingeniería Química también acreditó a nivel MERCOSUR. Este hecho significó un gran logro personal y profesional para el Ing. Almazán ya que había coordinado todas las acreditaciones hasta este momento. Algunas acciones destacadas durante el proceso de acreditación de las carreras incluyen la construcción de laboratorios específicos en la Planta Piloto II durante 2002 y 2003, financiados por un Proyecto FOMEC, y la creación del CODINOA, un consejo de decanos del NOA que fortaleció las carreras de ingeniería a través de convenios de colaboración. Entre otros tantos logros, el Ing. Almazán fue el impulsor del plan para aumentar la retención de estudiantes de Ingeniería (PAREIN), que incluía el dictado de los mismos contenidos de matemática del Curso de Apoyo y Nivelación 2004, y del PROMEI (Proyecto de Mejoramiento de la Enseñanza en Ingeniería), donde se modernizó el equipamiento existente del Centro de Cómputos: se adquirieron equipos de laboratorio y se realizaron pasantías de docentes en el ámbito del CODINOA. Como pasó cuando se visualizaron los antecedentes del Ing. Gonzo, la enumeración de estas acciones lideradas por el Ing. Almazán no concibe la real magnitud del trabajo realizado durante su vasta y fructuosa trayectoria como autoridad.

Para finalizar esta entrevista, el Ingeniero Almazán reflexionó: “Es mi deseo genuino que la Facultad de Ingeniería siga incrementando su prestigio académico a través del compromiso de sus integrantes para lograr la formación de ingenieros capaces de afrontar los desafíos del mundo laboral”.

El recorrido por la vida y obra de los ingenieros Elio Gonzo y Jorge Almazán nos ha permitido apreciar la magnitud de su impacto en la Facultad de Ingeniería de la UNSa. Sus contribuciones, como docentes y autoridades fortaleciendo la calidad de la educación e investigación, han dejado una huella imborrable en nuestra comunidad académica. Juntos, sus esfuerzos no solo han elevado el perfil de la Facultad, sino que también han inspirado a generaciones de estudiantes e ingenieros a seguir sus pasos y a continuar con la búsqueda de la excelencia.

A medida que la Facultad de Ingeniería de la UNSa avanza hacia el futuro, es fundamental recordar y honrar el legado de estos destacados profesionales. Su pasión y dedicación nos recuerdan que el verdadero impacto de nuestro trabajo trasciende las aulas y los laboratorios, moldeando el futuro de nuestra comunidad y de la ingeniería en general.

El Ing. Gonzo y el Ing. Almazán en la actualidad. Todos los martes se reúnen en un café, junto a otros amigos.
Es una cita impostergable.